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サマリー
あらすじ・解説
LA ROCA DE JERUSALÉN
La venida de Jesucristo a este mundo, produjo doble efecto en la vida de la humanidad. Para algunos hombres: Jesucristo fue, y es la piedra de tropiezo que los lleva a la condenación eterna, pero para otros: El Unigénito Hijo de Dios, es la piedra angular de su salvación y la vida eterna en los lugares celestiales. Este efecto que Jesucristo iba a tener en la vida de los seres humanos ya fue anunciado con anterioridad por Dios Padre, a través de los profetas del Antiguo Testamento, tal como nos da a conocer el apóstol Pablo: “Dios se lo advirtió en las Escrituras cuando dijo: Pongo en Jerusalén una piedra que hace tropezar a muchos, una roca que los hace caer. Pero todo el que confíe en él jamás será avergonzado." Romanos 9:33 NTV.
En el pasado, Jesucristo fue una piedra de tropiezo para los judíos, pues no creyeron en Él, debido a que Cristo no llenaba sus expectativas en cuanto al Mesías que esperaban. En la actualidad, Jesucristo sigue siendo una piedra de tropiezo para algunas personas, pues consideran que la salvación por fe en la obra redentora realizada en la cruz no tiene sentido. Por lo tanto, tratan de trazarse un camino a Dios o esperan que Cristo pase por alto sus defectos. Otros tropiezan con Jesús porque los valores de Cristo son opuestos a los del mundo. El Hijo de Dios espera humildad de los hombres, pero muchos no están dispuestos a humillarse delante de Él. Cristo demanda obediencia y muchos rechazan someterse a su autoridad.
Para los hombres que no aceptan la obra redentora de Jesucristo realizada en la cruz del calvario, es piedra de tropiezo, ya que este rechazo voluntario los aleja de la salvación, y los acerca más y más a la condenación eterna en el final de los tiempos. Todos los que no aceptan el mensaje de la cruz, no tendrán como excusarse cuando se encuentren en la presencia de Dios Padre. Ellos, irremediablemente serán juzgados y condenados a una eternidad de sufrimiento por haber rechazado el sacrificio de su amado Hijo, y preferido los placeres pasajeros de este mundo. El evangelio de la cruz es claro y conciso, todos los que no atiendan a este mensaje serán condenados por sus propios delitos y pecados. Todos serán condenados a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego, preparado para Satanás y sus aliados.
Pero para todos los que aceptan la obra redentora realizada en el madero, Jesucristo es la piedra angular de su salvación. La Piedra que los aleja de toda condenación en el lago de fuego, pues por su fe en el Unigénito Hijo de Dios, todos sus pecados pasados, presentes y futuros fueron totalmente perdonados, por tal razón, ya no están bajo la condenación de sus delitos y pecados. Los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, están totalmente libres, justificados y santificados, y pueden entrar confiadamente al trono de la gracia, para morar eternamente junto a Dios Padre en su reino celestial.