Para más excesos, en una entrevista posterior el acusado Diego Cancino hizo con su escándalo lo mismo que con el lomo: lo redujo. Y advirtió que no piensa renunciar al cargo en que lo acaban de nombrar.
Para más excesos, en una entrevista posterior el acusado Diego Cancino hizo con su escándalo lo mismo que con el lomo: lo redujo. Y advirtió que no piensa renunciar al cargo en que lo acaban de nombrar.