Cuando reconocer nuestra realidad nos enfrenta a unas expectativas no satisfechas se hace necesario volver nuestra mirada a Dios y volver a confiar en que para El todo es posible.
Cuando reconocer nuestra realidad nos enfrenta a unas expectativas no satisfechas se hace necesario volver nuestra mirada a Dios y volver a confiar en que para El todo es posible.