Terminamos el 2024 reflexionando en la Sagrada Familia, recordando ese episodio de peregrinación de José, Maria y Jesus, y como encuentran a Jesus (de 12 años) en el templo con los doctores de la ley.

En este dia de navidad, meditamos juntos en Lucas 2, y en como Cristo llego en el momento, lugar, circunstancia y compañía apropiada.

En esta temporada de adviento, meditamos hoy sobre un regalo que tanto necesitamos y que es tan necesario en nuestros tiempos: Paz. Miqueas 5:5 dice que Él es la fuente de nuestra paz.

Lucas 3 nos narra el inicio del ministerio de un hombre llamado Juan, el hijo de Zacarías, y cita un pasaje de Isaias. Hoy observamos cuatro aspectos a reflexionar en esta temporada de adviento, en preparación para celebrar Navidad. Comparte en redes sociales, ayúdanos a esparcir la voz.

Iniciamos las predicas de Adviento del 2024, con un sermón basado en Lucas 21, y un mensaje lleno de Esperanza. Comparte y regálame feedback si te bendice nuestro contenido.

¿Que batalla silenciosa estas librando hoy?

¿Que necesitas entregar hoy a Dios en fe?

¿Que carga necesitas traer al altar hoy para recibir la paz que necesitas?

Cuantos de nosotros crecimos incompletos porque los nuestros nunca nos bendijeron. Rompe esa cadena de maldiciones, y bendice. Elogia a los tuyos. Llénalos de cumplidos, bendice sus corazones con tus palabras que les completan. Y hacer eso también es espiritual, y también Jene efecto en el alma y corazón de los tuyos.

Papas, mamas, completa la vida de tus hijos con bendiciones. Hijos, reconoce el valor y trabajo de tus padres. Maestros, elogia los logros de tus discípulos.

Donde Dios está, todo se transforma. Pero la presencia de Dios, sin los protocolos adecuados, puede traer juicio en vez de bendición. Yo necesito la bendición de Dios en este tiempo, al dirigir a mi familia y a esta iglesia. Pero tu también. Tu necesitas la bendición de Dios en este tiempo dificil, para dirigir a tu familia, tu equipo de trabajo, tu empresa, tu matrimonio…

Tu puedes no estar preparado para este tiempo (quizá ninguno lo estamos); Pero no te puedes dar el lujo de no tener la bendición de Dios contigo. La bendición de Dios (al igual que el arca del pacto), requiere que sigamos sus protocolos.