Tomar decisiones es un derecho, pero asumir sus consecuencias es una virtud. En cada elección, construimos no solo nuestro camino, sino la confianza y el respeto en nuestras relaciones.
Tomar decisiones es un derecho, pero asumir sus consecuencias es una virtud. En cada elección, construimos no solo nuestro camino, sino la confianza y el respeto en nuestras relaciones.