El modelo de funcionalidad, activismo o apariencias fue arrancado de raíz en los inicios De la Iglesia para que no fuera un patrón. No podemos pretender ser funcionales sin tener una seria, comprometida y sólida relación con el Señor.

Después de la sanidad del cojo, los resentidos saduceos confrontan, encarcelan y amenazan a Pedro y. Juan. Ellos están dispuestos a sufrir dejando en claro que todo este asunto se trata de Jesús resucitado. La iglesia, por su parte, ora y responde en dependencia a Dios. Este fue un grupo lleno de denuedo.

El primer milagro De la Iglesia fue grabado en el capítulo 3 de los Hechos. Esto no podía pasar desaparcibido, ya que Pedro, a raíz del milagro, traería esperanza a aquellos que teniendo todo para responder asertivamente al evangelio, simplemente mataron al autor de la vida.

Terminamos hoy la narración en Hechos 2, donde el la morada permanente del Espíritu Santo en la iglesia mediante la promesa de Cristo, es el mejor pacto, uno nuevo. Nosotros anticipamos el reino de Dios por medio de la vida en el Espíritu.

Antes de entrar de lleno en los textos de Hechos, preparemos el camino para entender lo que sucedió aquel glorioso día en el que la promesa se cumplió.

Después de la comisión de Jesús a sus discípulos, él ascendió a los cielos y hoy intercede como sumo sacerdote por su iglesia. Ademas, el puesto de Judas fue reasignado y Matías es ordenado como el doceavo, y último apóstol.

El Señor Jesús oró que se viniera su Reino y se hiciera su voluntad, en el cielo, así también en la tierra. En este tiempo de la historia de la humanidad, la iglesia está llamada a anticipar el reino De Dios por medio de la vivencia de Jesús en a través de la iglesia en este mundo. Es la iglesia la llamada a anunciar el evangelio del Señor Jesús. Empecemos este interesante recorrido por el libro de Hechos

Finalizamos nuestro año con un excelente mensaje sobre cómo disfrutamos la salvación que tenemos en nuestro Rey. De cómo hemos sido regenerados y cómo necesitamos seguir siendo renovados en nuestra salvación, la cual está totalmente segura en Cristo.