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サマリー
あらすじ・解説
En un encuentro de antropólogos que se celebró a principios del siglo XXX, una delegación de terrícolas a través de su líder, presentó el siguiente material: “Unos días después que terminaran los Juegos Olímpicos en París 2024, en el territorio de lo que aún hoy llamamos Argentina, ocurrió un hecho que en ése momento pasó desapercibido, un hecho que se podría catalogar de cotidiano, pero que con el transcurrir del tiempo-si es que existe algo llamado tiempo-se transformó en la piedra roseta de lo que hoy llamamos humanidad primaria. El acontecimiento en cuestión involucró a dos seres que terminaban de almorzar en un viejo bodegón del centro de la ciudad de Buenos Aires y que venían charlando, despreocupados del frío invernal en una media-tarde de viernes más bien brumosa, que no les impedía portar unos gruesos anteojos oscuros. Como dije, venían enfrascados en una conversación y no se percataban que a su alrededor, el plano dimensional de la vida había cambiado, era otro universo. Un par de horas antes un gigantesco disco se había apropiado del cielo porteño y había emitido una señal fotónica durante unos segundos. La Plaza de Mayo, lugar que estaban atravesando, estaba poblada de seres no corpóreos, como los hologramas de un multiverso, gente sin alma, perdidos en una distopía digital. La computación cuántica y sobre todo la fotónica, asociados a los avances en IA, habían afectado o infectado, la vida terrestre, pero aun así, algunos seres lograron escapar y como en el caso de estos dos personajes que logramos registrar en viejos archivos audiovisuales, nos permitieron rescatar fragmentos de lo que sucedía en ésas épocas tan lejanas, donde no existía la inmortalidad genética que tenemos hoy. A los personajes de estas historias que mostraremosa continuación, los llamaremos A y A1 o como se llaman entre ellos en sus conversaciones: Aldo y Ale. El título del material audiovisual que encontramos es muy raro, no tenemos todavía una traducción, así que nos guiaremos por las últimas palabras registradas de su conversación: Pero a vos quién te lo dijo? A mí me lo dijo un chabón…”