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El protagonista de esta historia es un sexagenario llamado Pepe, Pepe Lapierre, para ser más exactos, y es cirujano plástico. Forofo hasta la médula del Real Madrid, su vida consiste en trabajar, ver el fútbol, jugar al pádel y cuidar de su madre. Todo en su mundo funciona con la pulcritud propia de un reloj suizo, hasta que, un día, el inspector Sáenz de Santamaría se presenta en su consulta: tras una breve y chapucera investigación de los asesinatos de al menos ocho mujeres, han concluido que el único nexo de unión entre dichas muertes es él.

El protagonista de esta historia es un sexagenario llamado Pepe, Pepe Lapierre, para ser más exactos, y es cirujano plástico. Forofo hasta la médula del Real Madrid, su vida consiste en trabajar, ver el fútbol, jugar al pádel y cuidar de su madre. Todo en su mundo funciona con la pulcritud propia de un reloj suizo, hasta que, un día, el inspector Sáenz de Santamaría se presenta en su consulta: tras una breve y chapucera investigación de los asesinatos de al menos ocho mujeres, han concluido que el único nexo de unión entre dichas muertes es él.

El protagonista de esta historia es un sexagenario llamado Pepe, Pepe Lapierre, para ser más exactos, y es cirujano plástico. Forofo hasta la médula del Real Madrid, su vida consiste en trabajar, ver el fútbol, jugar al pádel y cuidar de su madre. Todo en su mundo funciona con la pulcritud propia de un reloj suizo, hasta que, un día, el inspector Sáenz de Santamaría se presenta en su consulta: tras una breve y chapucera investigación de los asesinatos de al menos ocho mujeres, han concluido que el único nexo de unión entre dichas muertes es él.

El protagonista de esta historia es un sexagenario llamado Pepe, Pepe Lapierre, para ser más exactos, y es cirujano plástico. Forofo hasta la médula del Real Madrid, su vida consiste en trabajar, ver el fútbol, jugar al pádel y cuidar de su madre. Todo en su mundo funciona con la pulcritud propia de un reloj suizo, hasta que, un día, el inspector Sáenz de Santamaría se presenta en su consulta: tras una breve y chapucera investigación de los asesinatos de al menos ocho mujeres, han concluido que el único nexo de unión entre dichas muertes es él.

El 4 de noviembre de 1922, Howard Carter encontró la tumba de Tutankamón, el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos. Unos días después, él mismo, su mecenas lord Carnarvon y lady Evelyn, la hija de este, fueron las tres primeras personas en vislumbrar los tesoros allí acumulados más de tres mil años antes. Ninguno quiso hacer caso a los trabajadores egipcios que les advirtieron de la maldición del faraón. Pocos meses después, lord Carnarvon moría en extrañas circunstancias.

Con miles de lectores en todo el mundo, Rose Gate vuelve a sorprendernos con una divertidísima romcom que romperá todos tus esquemas. Me llamo Cassey, aunque mis amigos suelen llamarme Crash. ¿El motivo? Porque soy rompebodas profesional. Si he aprendido algo después de veintiséis años al lado de mi madre es que, en el fondo, todo es cuestión de interés. Tengo una innovadora empresa en auge, dedicada a atrapar a los cazafortunas más escurridizos. Para ello cuento con un equipo de tentadores dispuestos a hacerlos caer.

Supongamos que no quiero enamorarme de un bombero. Afirmemos que Chlóe no está tan loca como parece. Digamos que Carmen está lista para dar el paso definitivo con el chico que le gusta. Admitamos que estamos acabando con las reservas de vino dulce. Asumamos que mi abuelo es adicto a las compras on line. Entendamos que mis padres son como son por lo que hemos vivido. Aceptemos que Asier ha llegado a mi vida solo para ponerla patas arriba. Neguemos que Asier hace que todo mi cuerpo tiemble. Confesemos que, cuando lo tengo cerca, simplemente ardemos.

¿Cómo sabes tú todas estas cosas? No, no me contestes, prefiero no saberlo. El barón era consciente de que Edward y Alexander estaban a punto de jalearla y no era eso lo que le convenía a su hija. No tiene nada que hacer, señor apuntó Alexander conteniendo una sonrisa. Está claro que Elinor venía mucho mejor preparada que usted a este combate. Esos luditas harían bien en incorporarte a sus filas añadió Edward y Frederick lo miró con severidad. Solo hace falta que vosotros la alentéis.—Dios me libre—dijo Alexander haciendo un gesto con las manos en señal de excusa.

Harriet siempre ha querido vivir una aventura, se ha estado preparando para ello y lleva consigo su arco y su jo, armas que maneja con maestría. Pero no siempre las cosas salen como una espera y no es esta la aventura que ella había planeado.

¡Mujer al agua! Imagínatelo: comienzo a ver mi vida pasar ante mis ojos ahora que todo iba viento en popa. En fin, me llamo Maia y, aunque pueda parecer lo contrario, soy una persona muy cabal. Te dejo, necesito pensar para saber cómo salir de esta. ¿Me acompañas?

Querido diario: ¿Qué? ¿Que haga qué? No, ni lo sueñes. No pienso perdonarlo. Se marchó, ¿vale? Se fue. Hizo: ¡puf! Y se esfumó. Sin una carta, sin una nota ni una explicación, ¿y ahora vuelve como si nada, creyéndose la última Coca-Cola del desierto, y espera que todo sea como antes? Pues no, nada es como antes. No admitiré que sigue haciéndome temblar ni reconoceré que cuando nos cruzamos cada célula de mi cuerpo se estremece ni aceptaré que lo he echado de menos tanto que duele.

Marlon Vitale, es el primogénito de la ‘Ndrangueta calabresa y se vende a diario en un club en el que trabaja enmascarado. Kiara renunció a todo en la vida para escapar de su país y no volver, aunque a veces, por mucho que corras, el pasado siempre es más rápido que tú. El SKS abre sus puertas a su pecado más soberbio. Prepárate para que el ritmo de la pasión suene a pecado.

¿Qué pasaría si decidiese escribir una novela romántica? Lo primero... ¡Necesitaré un muso! Y no un muso cualquiera, no. Necesitaré uno de esos que se encuentran en los libros que devoro hasta las tantas de la madrugada. Un muso que me quite el sentido. Alto, guapo, cachas, tal vez tatuado; sí, sí, ¡tatuado! Y, una vez lo consiga..., solo necesito que se vuelva loco por mí con tan solo cruzar una mirada.

Me llamo Gaia y bien podría ser abogada, pero no, he decidido que ser mentirosa es mucho más sencillo a la par de divertido. Total, que me he metido en un lío muy gordo porque llevo tres años fingiendo ser una persona que no soy.¿Y qué es lo que he hecho? Seguir el consejo de mi amiga Manuela; contratar a un chico, pagarle por hacerse pasar por mi futuro marido e intentar salir indemne de una semana en el pueblo. Solo hay un pequeño problema, o varios pequeños problemas, ¿te apetece que te los cuente? ¿No? ¿Por qué? Prometo no mentirte. No, no, ¿o sí?

Puedes odiar a una persona luego de haberla amado incondicionalmente? La respuesta es sí. Azul Atwood fue mi amiga desde que éramos unos niños. Compartimos tardes calurosas bajo el sol de Texas, cabalgatas en el atardecer y risas imparables durante años. Pero, en un día ebrio, todo cambió entre nosotros y mi amor por ella se convirtió en un huracán que arrasó con todo a su paso.

Me llamo Jane Wallace y soy la sheriff de San Valentine Falls, un minúsculo pueblo de Missouri conocido por supurar corazones y destilar amor. Todo iba bien esta mañana, hasta que Radio Cupido ha anunciado que el hijo pródigo ha vuelto. Solteras, ¡afilad las flechas, toca salir de caza, incluso yo! Aunque mi intención no es hacerme con la presa, sino meterle las flechas por donde le quepan y mandarlo de vuelta a Nueva York. Me niego a que descubra mi gran secreto.

Un amor prohibido. Un pasado que lo destruyó todo. Un viaje que hará tambalear los cimientos de una relación vetada. Los lazos de la familia atan, y los de la pasión pueden hacerlos saltar por los aires. Traiciones, secretos, intriga y mucha mafia te sumergirán en un mundo que no te permitirá salir indemne.

Imagínate que te ofrecen el trabajo de tus sueños en el paraíso. Imagínate que todo depende de que un desconocido, con sonrisa pícara, acepte hacerse pasar por tu novio unos días. Prepara el pasaporte y sumérgete en esta gran mentira para descubrir si está «todo incluido», o no.

Esta novela está llena de conspiraciones, inquietud, lucha, sensualidad y amor. Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico. Y si el farmacéutico todavía no se lo ha leído, recomiéndeselo.

Cuando Sarka Koroleva puso los ojos sobre aquel hombre de rictus serio e insondable, supo que iba a enseñarle mucho más que fórmulas matemáticas que le aceleraran el corazón. Gavrel Kovalev no solo era el padre de su mejor amiga, sino también profesor en su último año de instituto, en el que se verían obligados a vivir bajo el mismo techo.