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サマリー
あらすじ・解説
Himno: Cristo el ancla Autor: Matt Boswell Matt Boswell es un compositor de himnos muy respetado y una figura destacada en la música de la iglesia, actualmente es el pastor fundador de la Iglesia Trails en Prosper, Texas. Ha lanzado varios álbumes y ha sido autor o coautor de canciones ampliamente aclamadas, entre ellas se encuentran: • Ven a contemplar el maravilloso misterio • Nuestro Dios irá delante de nosotros • Cristo el ancla firme y fuerte No solo es muy respetado por sus himnos, sino también por su capacitación de líderes de adoración para el ministerio de la iglesia y actualmente es el pastor fundador de la Iglesia Trails en Prosper, Texas. Es el autor del libro Doxología y Teología: Como el Evangelio forma al líder de adoración. Boswell obtuvo su maestría en artes en ministerio de la iglesia del Seminario del Sur en 2013 y más tarde completó su doctorado en filosofía de adoración cristiana y espiritualidad bíblica en Southern. Su disertación es sobre la teología pastoral del Pacto de Charles Spurgeon. Antes de fundar la Iglesia Trails en 2018, Boswell fue pastor de adoración en la Iglesia Providencia en Frisco, Texas (2011- 2018) y en La Comunidad de Parques en Keller, Texas (2002-2011) y en la actualidad sigue sirviendo como pastor de la Iglesia Trails mientras enseña en Southern. Matt Boswell está casado con Yeimi y tienen cuatro hijos: Caden, Avery, Addison y Cannon. El mismo nos cuenta: Crecí en un hogar donde me enseñaron las Sagradas Escrituras y quién era Jesús desde que tengo memoria. A los siete años, me reconocí por mi pecado y supe que necesitaba un Salvador. Me arrepentí de mi pecado, confié en Cristo y me bauticé unos meses después. En mi adolescencia, comencé a tocar la guitarra y a escribir canciones. Esto se convirtió en una parte importante de mi vida y de mi crecimiento en Cristo. Desde entonces, me dedico a escribir himnos y dirigir música para la iglesia. En 2018, emprendimos la aventura de nuestra vida y plantamos The Trails con un grupo de amigos que se reunieron para ver cómo se plantaba una iglesia en el norte del condado de Collin. Estos han sido los años más gratificantes de mi vida y alabo a Dios por su bondad hacia nuestra familia de la iglesia. Es un privilegio increíble servir como pastor de The Trails y servir a esta congregación. Mi esperanza para The Trails es que el Señor continúe yendo delante de nosotros y que la gracia de Dios sature cada aspecto de nuestra congregación mientras buscamos glorificarlo haciendo discípulos. También soy profesor asistente en el Seminario del Sur en Louisville, Kentucky, donde enseño en el área de adoración corporativa, himnología e historia litúrgica. Matt Boswell hace énfasis en que los himnos que cantan como iglesia deben estar saturados de las maravillosas obras de Dios. Son pequeños mensajeros de las verdades que creemos; se cantan a los amigos inconversos. El canto es también una declaración maravillosa al mundo de nuestra unidad en Cristo. Juan 13:35 dice que el mundo sabrá que somos cristianos por nuestro amor. Por tanto, el canto congregacional es en sí mismo una apología de nuestra salvación compartida a un mundo que nos observa. A continuación, damos paso a la lectura y canto del himno: Cristo, el ancla firme y fuerte. Cristo, el ancla firme y fuerte, en furiosa tempestad; Cuando soplan fuertes dudas y mis velas no dan más. En la pena y en la tristeza, cuando sufra en el dolor; Yo me aferraré al ancla, pues jamás se moverá. Cristo, el ancla firme y fuerte, cuando ruge el temporal; Cuando tentación me ataca y parezco desmayar. Más profundo llega el ancla que mi culpa y mi maldad; Yo me aferraré al ancla, pues jamás se moverá. Cristo, el ancla firme y fuerte, bajo la incredulidad; No desmayes alma mía, en la cruz segura estás. Es mi prueba y mi certeza que Su amor no fallará; Mi esperanza está en el ancla, pues jamás se moverá. Cristo, el ancla firme y fuerte, cuando llegue el día final; Cuando se abra al fin la gloria y yo pueda descansar. Cruzaré el horizonte muy seguro con mi Dios; Toda calma será entonces, Ya no habrá más tempestad. Cristo, el puerto que nos salva para siempre fiel será; Confiaremos en el ancla, pues jamás se moverá.